Somos de la opinión de que para conseguir que la enseñanza se plantee de una forma más integral y educativa, el entrenador deberá tener un perfil cercano al de un maestro o educador con una formación técnica y psicopedagógica adecuada. Con esta idea intentamos justificar a lo largo de este capitulo la importancia de un cambio profundo en la mentalidad de los entrenadores deportivos, pasando a ser las personas que orientan y facilitan la formación psicomotriz de los jugadores. Para ello, desarrollamos en primer lugar el concepto de entrenador deportivo general y en la etapa de iniciación deportiva en particular. Posteriormente presentamos los diferentes tipos de entrenadores que nos podemos encontrar, y reflexionamos sobre los mas cercanos a los nuevos modelos de enseñanza, destacando las necesidades de formación mas importantes.
El entrenador "es la persona competente que dirige el entrenamiento y las competiciones. Ademas de los conocimientos y las capacidades necesarias para todo profesor de Educación Física y Deportiva, el entrenador debe poseer conocimientos específicos de su especialidad (disciplina deportiva) y, sobre todo, de teoría del entrenamiento. Normalmente la base para ello es, junto a la formación apropiada, una experiencia personal de entrenamiento y la competición".
Como bien podemos observar no existen demasiadas diferencias entre las definiciones de monitor y entrenador ya que los dos se dedican al campo deportivo, dirigen y coordinan equipos, y necesitan una formación especifica. Podríamos destacar la necesidad de mayor formación por parte del entrenador, su mayor experiencia, que no realiza su trabajo de forma voluntaria, y que a nivel deportivo se dedica actividades mas especificas que el monitor.
Distintos autores como Roger (1972), Karolczak (1972) o Krause (1994) ven en el entrenador a una figura que debe ayudar a los jugadores a mejorar su formación personal y deportiva. En este sentido, la actuación del entrenador deberá estar siempre en consonancia con el planteamiento que hagamos del deporte en edades tempranas, planteamiento educativo evidentemente. Esta perspectiva es ratificada por diversos autores como Stocker y col. (1983) u otros como Barbiere y Bru, citados estos últimos por Saura, (1996). Montiel (1997) ve al entrenador como educador y formador, sobre todo en la base, y para Cohen (1998) el entrenador es la figura mas importante junto a la familia en la motivación del jugador durante los primeros años de practica.
- El entrenador debe saber utilizar el refuerzo con los jugadores.
- Debe saber reaccionar adecuadamente ante los errores de los jugadores.
- Debe saber ganarse el respeto de los jugadores.
- Debe saber tratar las presiones que sobre los niños puedan ejercer los padres
Para Martens y col. (1989) un entrenador que quiera tener éxito con sus jugadores debe estar bien formado, por lo que debería cumplir tres condiciones imprescindibles:
- Conocimiento del deporte. Para poder iniciar a los niños en un deporte sera necesario tener un conocimiento amplio de las técnicas, reglas y estrategias del deporte que enseña. Demasiadas veces se escucha que al entrenar con niños pequeños los conocimientos del deporte no son tan necesarios como con los adultos. Esto es un desliz grave ya que un planteamiento erróneo en estas edades tempranas puede llevar a lesiones o simplemente a desmotivarse por la practica deportiva. Cuantos mas conocimientos tengamos mejor podremos plantear nuestra enseñanza y mas credibilidad ganaremos entre nuestros jugadores. No puede bastar solo con haber sido jugadores del deporte en cuestión, sino que debemos formarnos a través de cursos, libros u observando a otros entrenadores, entre otras estrategias.
- Motivación. Es clave para cualquier profesión pero en el caso de los docentes su importancia es todavía mayor. Para conseguir que nuestros deportistas se motiven por la practica es imprescindible que a los entrenadores nos vean convencidos y disfrutando de lo que hacemos, motivados por la enseñanza.
- Empatía. Tener empatía va a significar comprender los pensamientos, los sentimientos y las emociones de los atletas y causarles esta impresión. Un entrenador con empatía comprende a sus jugadores, sus alegrías, frustraciones o ansiedad, es capaz de escuchar y entenderse con los jugadores.
El entrenador tiene encomendada una tarea importante en la enseñanza del deporte con los jóvenes. Esta tarea pedagógica se puede dividir en cuatro grandes apartados (Knop y col. 1998):
- Motivación. Sera uno de los grandes objetivos de cualquier entrenador, el ser capaz de motivar a los jóvenes hacia la practica del deporte.
- Formación. A través de los entrenamientos los jóvenes mejoraran su formación, desarrollaran su potencial personal y su individualidad, a la vez que desarrollan sus cualidades físicas.
- Observación y evaluación. El entrenador observador podrá conseguir que cada jugador desarrolle al máximo sus capacidades y su potencial individual.
- Dirección e instrucción. DE forma mas especifica el entrenador debe conseguir iniciar y formar a los jóvenes en la técnica y la táctica del deporte practicado.
LA FORMACIÓN DEL ENTRENADOR DEPORTIVO
Al igual que el resto de profesionales de la Educación Física, los entrenadores deportivos tienen la necesidad de estar bien formados y de seguir formándose a lo largo de su vida profesional Ruiz Perez y Martinez (1992) justifican esta necesidad por la cantidad de niños que practican algún deporte, por lo que sera necesario recapacitar sobre sus conductas psicopedagógicas o sobre las estrategias de enseñanza que utilizan. Esta necesaria cualificación de los técnicos deportivos es tratada por diferentes autores aportando cuestiones importantes que nos hacen reflexionar sobre los programas formativos a aplicar. "La formación de los técnicos y entrenadores exige un cambio de currículo y una unificación ante la diferente formación que se imparte en las escuelas de entrenadores deportivos. Los planes de estudios están obsoletos en la mayoría de los casos. La inclusión de materias de carácter científico, así como la incorporación de los nuevos avances didácticos, de teoría del entrenamiento, médicos, tecnológicos e informativos, son algunas de las medidas a llevar a cabo en el futuro currículo" (Delgado, 1998, p. 49).
Es evidente que para poder llevar a cabo su labor como entrenador, se necesitan conocimientos del deporte que vamos a enseñar y recursos didácticos para ello, ademas de los conocimientos necesarios de sus alumnos/jugadores. En este mismo sentido el decreto sobre titulaciones deportivas nos dice que "la formación de técnicos deportivos promoverá en el alumnado la necesaria integración de los contenidos científicos, técnicos, prácticos, tecnológicos y organizativos de estas enseñanzas y una visión global de las exigencias de los modelos deportivos en los que deba intervenir".
Con todo esto, podemos decir que el entrenador deportivo, así como el profesional de la educación física deber ser íntegro en su labor, donde además de entrenar los cuerpos de sus jugadores o estudiantes, debe saber formar personas y crear un gusto por el ejercicio. Es importante saber crear el goce del ejercicio, donde hacer deporte no sea traumático, sino que sea una actividad emocionante, entretenida y de satisfacción personal.
